Rafael Botero

"Todas las opiniones aquí expresadas son tan personales que ni yo mismo me hago responsable de ellas"

viernes, junio 02, 2006

Veinte años no es nada

ARTURO

UNA PERSONA MARAVILLOSA

El día que nació Arturo generó muchas emociones. Estaban combinadas con felicidad y dolor; felicidad porque llegaba a nuestro hogar ese bebe deseado y amado desde el primer momento que supimos que estábamos “embarazados” y dolor por que ese día, cuando el médico se acercó a la habitación y dijo que Arturo tenía el Síndrome de Down, ese momento fue de tristeza, angustia, llanto y además, debía darle la noticia a mi esposo lo cual no fue fácil. Lloramos juntos y empezamos a prepararnos con mucha fortaleza para sacar adelante a nuestro bebe, algo que hemos hecho siempre.

Lo que se vive en ese momento y en los siguientes días es indescriptible, sin embargo ese dolor nunca cuestiona el amor que sentimos por Arturo; pues el dolor y el amor siempre son compatibles en los momentos de duda e incertidumbre, permitiéndonos, cada día, acercarnos y entender más a nuestro hijo. Este camino ha sido arduo pues debíamos empezar por conocer y entender que implicaciones tenía este Síndrome, lo que inicialmente no fue fácil, y quizá solo el tiempo y el convivir con Arturo nos ha llevado paulatinamente a entenderlo y crearle un espacio vital que le permita su desarrollo y maduración como persona.

Esto fue, ha sido y es una constante dedicación. Arturo progresa lenta pero significativamente, como cuando empezó a gatear y a caminar (tenía dos años y medio), cuando agarró la cuchara por primera vez; también lograr que se bañara y vistiera solo; igualmente que se comunicara con gestos, pues para él ha sido difícil comunicarse con el lenguaje oral , y se irrita fácilmente porque no se le entiende lo que desea. Todo esto y muchas otras actividades se le enseñan y las aprende , permitiéndole ser más independiente.

El vivir con Arturo nos ha enseñado a ser personas sensibles, llevándonos a creer en la gente, a ser muy tolerantes y comprensivos. Su sonrisa al despertar o al hacer alguna pilatuna, es grata para nosotros, su felicidad y alegría es algo que lo caracteriza y nos hace sentir vivos; estos 20 años con nuestro hijo nos han fortalecido para seguir luchando por él y cada día superar los nuevos retos que se nos presentan.

Estamos plenamente convencidos que si a todos los niños(as) especiales se les brindara el amor y el apoyo que necesitan, serían más útiles a la sociedad. En esta sociedad tan dominada por el valor de la eficiencia y de la economía no es fácil que se acepte un niño(a) con discapacidades o especial; aunque el mundo cambia y hoy algo se legisla en su beneficio es indudable que aún hay un muy largo camino a recorrer para que sean reconocidos y respetados todos sus derechos. Los cuales son inalienables, aunque no esté en condiciones de hacerlos respetar. Ellos en su interior siguen siendo niños(as) sin abandonar la inocencia, que nosotros como adultos hemos ido perdiendo.

Nosotros en Arturo tenemos un hijo al cual amamos, y sabemos que en el palpita no solo la vida humana con toda su dignidad y sus derechos, sino el amor que nos brinda cada día y que nos hace sentir que estamos vivos y hay por quien vivir.

Este 3 de Junio ARTURO arribó a sus veinte y como dice la canción "..veinte años no es nada..."

Feliz cumpleaños Turín.

Patricia - Rafael